Rocío Abella trabaja en consultoría de talento, recursos humanos y human capital en Deloitte. Cuenta con más de 20 años de experiencia. Prueba de ello es que a lo largo de su trayectoria profesional ha desarrollado proyectos en diferentes sectores e industrias, con el foco puesto en el sector turístico, experiencia de cliente y digitalización.
En la actualidad, Rocío Abella está especializada en la realización de proyectos de impacto y transformación de negocios en la era digital, diseñando hojas de ruta implementables y con modelos innovadores de gestión y cambio.
Las personas son la clave de que consigamos los retos que nos planteamos
10 años trabajando en Deloitte y, sin embargo, para Rocío Abella, cada día de trabajo es diferente del anterior pero igualmente interesante. De sus palabras se destaca la pasión y el compromiso: “Mi mayor reto es poder equilibrar mi vida profesional con mi vida familiar. Me resulta muy gratificante poder compensar esos dos mundos”.
Estamos en un mundo de constante cambio, evolución, retos… que a veces nos abruma. Lo que hay que hacer es acordarnos de que la prioridad es también nuestra familia y saber compaginar eso como si fuera una balanza.
Al hablar precisamente de conciliación y diversidad, Rocío Abella lo tiene claro. Asegura que a día de hoy las empresas empiezan a cumplir en forma teórica con ratios e indicadores. Sin embargo, el reto más grande aún está por llegar: conciliación y diversidad.
No es solamente una teoría, sino que va más allá. En palabras de la experta en recursos humanos, el gran reto vendrá cuando sea una realidad en la que todos creamos. Cuando en la cultura de las compañías y de las personas que las integran la conciliación y la diversidad dejen de ser un check o un indicador en el ámbito regulatorio para ser una realidad en la que creer.
No hay nada más clave que el talento
Rocío Abella destaca, sobre todo, la importancia de las personas dentro de la empresa:
Cada uno de nosotros tenemos nuestra pequeña pieza y si desde el ámbito de recursos humanos somos capaces de ensamblar las piezas, ahí tendremos el éxito de lo que buscamos. Cada etapa profesional vinculada con tu etapa personal, que es un matrimonio perfecto, tiene sus propias oportunidades y sus propios retos.
Rocío Abella – Deloitte